Sin nombre
La máxima aspiración, un poco indigna,
que tengo, va, en ocasiones, de rabia y de cansancio,
algo humillante me resulta enloquecer
con aquello que he dejado ir,
y respecto de lo narrado que tiraniza mi cuerpo,
que, retrospectivamente, con sus pautas, se ha hecho capaz de prescindir de ti, pero, por debajo de la tristeza, puede que esté el riesgo del desgaste, entonces, irrazonable, ya como de otra época,
la supuesta historia que nos unía,
se siente menos real,
y me da asco, como siempre, decir, sin vacilaciones, que te extraño.
A esa noción sumaba lo que era fácil de entrever,
y lo que suele
entenderse como pasión desbordada se acrecienta en la anonimia,
burda, gastada,
de tu especulación que atenta contra la realidad o la hace intangible.
como me suscribo
ResponderEliminar